Es imposible separar el nombre de René Lalique de la creación más original de vidrios franceses. Su larga y productiva vida (nació en 1860 y murió en 1945) le permitió participar activamente tanto en el Art Nouveau, período durante el que destacó como joyero de vanguardia, como en el Art Déco, del que sin duda fue el representante más significativo. Lalique siempre se sintió fascinado por el vidrio y ya a finales del siglo XIX empezó a incluir este material en sus joyas (agujas, colgantes, anillos, brazaletes, etc.), emparejándolo con oro, perlas y gemas, y tratándolo como un material igualmente precioso y decorativo.
Botella a la cera perdida de alrededor de 1910.
En 1901 proyectó y realizó varios paneles de vidrio grabado a la muela (insertados en estructuras metálicas) para los portales de su taller parisino de Cours-la-Reine. Más adelante abrió un taller y una sala de exposiciones en la Place Vendóme, donde empezó a exponer su producción, considerada de las más innovadoras al compararla con los gustos todavía estabilizados en los cánones estéticos convencionales. Causaron verdadera sensación sus creaciones de vidrio blanco con opalescencias, de calidad similar al laticimio (que obtenía añadiendo una determinada cantidad de arsénico), de formas complicadas y sencillas, con adornos realizados a la muela e inspirados en el mundo animal (peces, aves), o bien con representaciones de figuras femeninas estilizadas y de amorcillos.
El encuentro con Francois Coty (un famoso industrial de cosméticos) ofreció a Lalique la oportunidad de crear pequeñas botellas y frascos para perfumes. Estas obras tenían una elegancia insólita y extraña que dotaba de un valor añadido al producto que contenían. Para realizar esta producción en serie recurriría a la vidriería de Combes-la-Ville. cerca de Fontainebleau, la cual acabaría comprando más adelante, en 1913. Después de Coty, todas las célebres marcas de perfumes franceses confiaron a Lalique la creación de sus frascos: Roger & Gallet, Guerlain, Molinard o Worth. De este modo nació una serie de originales frasquitos para perfume en los que el maestro podía dar rienda suelta a su fantasía.
El procedimiento para obtener una producción en serie de alto nivel artístico consistía en prensar pasta de vidrio fundido en moldes metálicos que pudiesen reproducir fielmente el prototipo. Esto eliminaba la técnica del soplado a la mano libre, con lo que se reducía considerablemente el precio de las piezas. En 1909, Lalique patentó su invención técnica para defenderla de las imitaciones realizadas por otros vidrieros menores. Paralelamente a la ya amplia producción de frascos para perfumería, Lalique continuó creando objetos de vidrio innovadores y elegantes. Los primeros jarrones/escultura fabricados mediante el proceso de la cera perdida, unas piezas ya casi imposibles de encontrar, fueron realizados alrededor de 1910.
Este tipo de jarrón fue producido en serie por René Lalique en su fábrica alsaciana hacia 1930. La técnica utilizada fue la de la pasta de vidrio fundido y prensado con moldes metálicos.
Abandonados los motivos naturalistas, Lalique se dedicó a crear decoraciones cada vez más abstractas. Los círculos, las líneas cruzadas y las aristas eran algunos de sus motivos preferidos, obtenidos mediante la técnica de grabar a la muela o bien soplando el vidrio hasta darle la forma deseada.
En el mismo año 1911, Lalique organizó una exposición en la sala de la Place Vendóme y abandonó definitivamente el arte de la joyería.
Cierre/hebilla con la imagen de un ciervo, realizado por Lalique en cristal y metal; hacia 1908
Toda la producción de Lalique se comercializaba con una marca al ácido o grabada que rezaba: «R. Lalique France». Después de la guerra ,abrió una segunda fábrica de vidrio en Alsacia, en Wingen-sur-Móder, destinada casi exclusivamente a una producción industrializada de objetos realizados con pasta de vidrio fundido y prensado en la forma deseada, que luego eran decorados con entalladuras o con acabados grabados a la muela. Las piezas únicas de cera perdida se hicieron cada vez más escasas y cada una de ellas, incluso la menos importante, fue siempre seguida por el maestro desde el principio hasta la última fase de elaboración.
El plato decorativo de arriba, marcado «R. Lalique France», está fechado alrededor de 1911. Fue realizado con pasta de vidrio prensado y muestra una especie de opalescencia lechosa que se obtiene al añadir una pequeña cantidad de arsénico a la composición del vidrio. El motivo de los peces en relieve por todo el contorno del plato se ha obtenido con la técnica del grabado a la muela.
Para mejorar las producciones en serie, Lalique pensó en introducir color (delicados tonos pastel) en sus vidrios, representativos del más puro estilo Art Déco, que consiguió volver opalescentes mediante la técnica del chorro de arena.En 1915 creó los tapones mascota para los radiadores de los automóviles, consistentes en figurillas o cabezas de animales de un naturalismo modernista y elaborados en pasta de vidrio prensado y coloreado. Estos aparecieron por primera vez en Estados Unidos en los coches de los millonarios de los «locos años veinte».
Mascota de automóvil llamado "Victorie"
Mascota para el radiador de un coche en forma de cabeza de pavo real. En 1915 René Lalique inició la producción de este tipo de objetos, en su mayoría figuras o cabezas de animales en pasta de vidrio prensado y coloreado.
La Exposición Internacional de las Artes Decorativas, celebrada en París en 1925, consagró la carrera artística del maestro. Su pabellón de forma cúbica, desnudo y elegante, con una espectacular fuente formada por diecisiete pisos de vidrio y ciento veintiocho cariátides, también de vidrio grabado a la muela, fue admirada por una multitud de visitantes, al igual que los numerosos objetos expuestos. De 1920 a 1928 Lalique consiguó crear aún doscientos modelos más de jarrones.
Un motivo egipcio, una forma Déco. En 1924 Lalique creó este famoso jarrón «serpiente» (26 cm de alto) de vidrio opalino
de color coral, obtenido mediante la tradicional técnicadel soplado y grabándolo a la muela.
No hay que olvidar la actividad de Lalique en la decoración de los edificios públicos, en la iluminación del Teatro de los Champs-Elysees, o en la decoración de los paneles en bajorrelieve para los lujosos transatlánticos París, L'íle de France o Normandie, y para los vagones-salón del expreso Cote d'Azur-Pullmann-Express (1929). También hay que recordar la fuente del Rond Point de los Champs-Elysees, y el altar y las vidrieras de la iglesia Saint-Hélier en Jersey. En 1937. Lalique participó en la Exposición de París. En 1940 los nazis requisaron su fábrica de Alsacia pero el maestro continuó trabajando en la vidriería de Com-bes-la-Ville, que se cerró definitivamente en 1942. Casi cincuenta años después de su muerte, Francia quiso rendir homenaje a este gran maestro del arte del vidrio organizando una nueva exposición en un sector del Louvre en la primavera de 1992.
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