22 de febrero de 2009

Lalique y el vidrio.

Es imposible separar el nombre de René Lalique de la creación más original de vidrios franceses. Su larga y productiva vida (nació en 1860 y murió en 1945) le permitió participar activamente tanto en el Art Nouveau, período durante el que destacó como joyero de vanguardia, como en el Art Déco, del que sin duda fue el representante más significativo. Lalique siempre se sintió fascinado por el vidrio y ya a finales del siglo XIX empe­zó a incluir este material en sus joyas (agujas, colgantes, anillos, brazaletes, etc.), emparejándolo con oro, perlas y gemas, y tratándolo como un material igualmente precioso y decorativo.


Botella a la cera perdida de alrededor de 1910.



En 1901 proyectó y realizó varios paneles de vidrio grabado a la muela (insertados en estructuras metálicas) para los porta­les de su taller parisino de Cours-la-Reine. Más adelante abrió un taller y una sala de exposiciones en la Place Vendó­me, donde empezó a exponer su produc­ción, considerada de las más innovado­ras al compararla con los gustos todavía estabilizados en los cánones estéticos convencionales. Causaron verdadera sen­sación sus creaciones de vidrio blanco con opalescencias, de calidad similar al laticimio (que obtenía añadiendo una determinada cantidad de arsénico), de formas complicadas y sencillas, con adornos realizados a la muela e inspira­dos en el mundo animal (peces, aves), o bien con representaciones de figuras femeninas estilizadas y de amorcillos.



Una pieza de 1920 de vidrio con opalecencias, los putti han sido realizados posteriormente a mano.



El encuentro con Francois Coty (un famoso industrial de cosméticos) ofreció a Lalique la oportunidad de crear peque­ñas botellas y frascos para perfumes. Estas obras tenían una elegancia insólita y extraña que dotaba de un valor añadi­do al producto que contenían. Para reali­zar esta producción en serie recurriría a la vidriería de Combes-la-Ville. cerca de Fontainebleau, la cual acabaría compran­do más adelante, en 1913. Después de Coty, todas las célebres marcas de perfu­mes franceses confiaron a Lalique la creación de sus frascos: Roger & Gallet, Guerlain, Molinard o Worth. De este modo nació una serie de originales frasquitos para perfume en los que el maestro podía dar rienda suelta a su fantasía.





El procedimiento para obtener una pro­ducción en serie de alto nivel artístico consistía en prensar pasta de vidrio fun­dido en moldes metálicos que pudiesen reproducir fielmente el prototipo. Esto eliminaba la técnica del soplado a la mano libre, con lo que se reducía consi­derablemente el precio de las piezas. En 1909, Lalique patentó su invención técnica para defenderla de las imitacio­nes realizadas por otros vidrieros meno­res. Paralelamente a la ya amplia produc­ción de frascos para perfumería, Lalique continuó creando objetos de vidrio inno­vadores y elegantes. Los primeros jarro­nes/escultura fabricados mediante el proceso de la cera perdida, unas piezas ya casi imposibles de encontrar, fueron realizados alrededor de 1910.




Este tipo de jarrón fue producido en serie por René Lalique en su fábrica alsaciana hacia 1930. La técnica utilizada fue la de la pasta de vidrio fundido y prensado con moldes metálicos.






Abandona­dos los motivos naturalistas, Lalique se dedicó a crear decoraciones cada vez más abstractas. Los círculos, las líneas cruzadas y las aristas eran algunos de sus motivos preferidos, obtenidos mediante la técnica de grabar a la muela o bien soplando el vidrio hasta darle la forma deseada.
En el mismo año 1911, Lalique organizó una exposición en la sala de la Place Vendóme y abandonó definitivamente el arte de la joyería.




Cierre/hebilla con la imagen de un ciervo, realizado por Lalique en cristal y metal; hacia 1908



Toda la producción de Lalique se comercializaba con una marca al ácido o grabada que rezaba: «R. Lalique France». Después de la guerra ,abrió una segunda fábrica de vidrio en Alsacia, en Wingen-sur-Móder, destinada casi exclusivamen­te a una producción industrializada de objetos realizados con pasta de vidrio fundido y prensado en la forma deseada, que luego eran decorados con entalladu­ras o con acabados grabados a la muela. Las piezas únicas de cera perdida se hicieron cada vez más escasas y cada una de ellas, incluso la menos importan­te, fue siempre seguida por el maestro desde el principio hasta la última fase de elaboración.




El plato decorativo de arriba, marcado «R. Lalique France», está fechado alrededor de 1911. Fue realizado con pasta de vidrio prensado y muestra una especie de opalescencia lechosa que se obtiene al añadir una pequeña cantidad de arsénico a la composición del vidrio. El motivo de los peces en relieve por todo el contorno del plato se ha obtenido con la técnica del grabado a la muela.


Para mejorar las produccio­nes en serie, Lalique pensó en introducir color (delicados tonos pastel) en sus vidrios, representativos del más puro estilo Art Déco, que consiguió volver opalescentes mediante la técnica del chorro de arena.En 1915 creó los tapones mascota para los radiadores de los automóviles, con­sistentes en figurillas o cabezas de ani­males de un naturalismo modernista y elaborados en pasta de vidrio prensado y coloreado. Estos aparecieron por pri­mera vez en Estados Unidos en los coches de los millonarios de los «locos años veinte».



Mascota de automóvil llamado "Victorie"



Mascota para el radiador de un coche en forma de cabeza de pavo real. En 1915 René Lalique inició la producción de este tipo de objetos, en su mayoría figuras o cabezas de animales en pasta de vidrio prensado y coloreado.











La Exposición Internacional de las Artes Decorativas, celebrada en París en 1925, consagró la carrera artística del maestro. Su pabellón de forma cúbica, desnudo y elegante, con una espectacular fuente formada por diecisiete pisos de vidrio y ciento veintiocho cariátides, también de vidrio grabado a la muela, fue admirada por una multitud de visitantes, al igual que los numerosos objetos expuestos. De 1920 a 1928 Lalique consiguó crear aún doscientos modelos más de jarrones.




Un motivo egipcio, una forma Déco. En 1924 Lalique creó este famoso jarrón «serpiente» (26 cm de alto) de vidrio opalino
de color coral, obtenido mediante la tradicional técnicadel soplado y grabándolo a la muela.





No hay que olvidar la actividad de Lalique en la decoración de los edificios públicos, en la iluminación del Teatro de los Champs-Elysees, o en la decoración de los paneles en bajorrelieve para los lujosos transatlánticos París, L'íle de France o Normandie, y para los vagones-salón del expreso Cote d'Azur-Pullmann-Express (1929). También hay que recor­dar la fuente del Rond Point de los Champs-Elysees, y el altar y las vidrieras de la iglesia Saint-Hélier en Jersey. En 1937. Lalique participó en la Exposición de París. En 1940 los nazis requisaron su fábrica de Alsacia pero el maestro continuó trabajando en la vidriería de Com-bes-la-Ville, que se cerró definitivamente en 1942. Casi cincuenta años después de su muerte, Francia quiso rendir homena­je a este gran maestro del arte del vidrio organizando una nueva exposición en un sector del Louvre en la primavera de 1992.



El nombre de esta estatuilla es Susana y está fechada en 1922. El movimiento del cuerpo femenino, flexible, de inspiración clásica, está actualizado y equilibrado por la geometría de la estructura cuadrada del manto, puramente Art Déco.

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