31 de enero de 2009

Vidrio Art Deco

El arte del vidrio

Cuando se habla del arte del vidrio Art Decó se piensa en objetos incoloros, tornasolados, o con un monocromatismo cálido de color ámbar y con motivos ornamentales estilizados, ya sean figuras femeninas, de animales o flores. El artista más representativo fue sin duda René Lalique, que empezó su actividad como orfebre, para dedicarse exclusivamente al vidrio después de la Primera Guerra Mundial. Con él el vidrio artístico entró en todos los hogares en forma de objetos de servicio de mesa, copas, jarrones y bandejas, gracias a una elaboración industrial cuidada.


Esta pieza se llamó "Suzane" y es de René Lalique.
Fue el primero en utilizar el molde a máquina para dar vida a sus formas, logrando combinar admirablemente el binomio arteindustria. Tanto los artistas como las industrias que habían trabajado en este campo se adaptaron progresivamente a las nuevas técnicas y adoptaron las estilizaciones geométricas propias del Art Decó: entre las empresas en alza se encontraban la Daum, la Schneider y la Leune, a las que cabe añadir la original producción de Marinot.

jarrón de vidrio de René Lalique decorado con friso de amorcillos grabado a la muela.

Otras dos piezas de René Lalique


Frasco y cáliz de M. Marinot (ambos se pueden fechar alrededor de 1925) realizados en vidrio incoloro con decoración intercalada obtenida al incorporar pigmentos policromos en la masa del vidrio.

En Italia volvió a prosperar durante los años veinte y treinta el centro de Murano, ya famoso desde el siglo XIII, gracias a la labor de grandes creadores: Zecchin, con sus vidrios frágiles y delicados; Balsamo Stella, con su estilo neoclásico representado en escenas de carácter mitológico; Barovier, que incluyó en sus obras relieves de oro, dibujos esculpidos en el vidrio y animales de toda clase, entre los cuales ocupó un lugar destacado el mundo ornitológico; y, finalmente, Venini y Seguso. que introdujeron en sus producciones tonalidades de color cálidas e insólitas, y formas suaves y elegantes muy apreciadas todavía en la actualidad.

El gusto por la geometría

En 1904 el arquitecto Josef Hoffmann fundó en Viena la Wiener Werkstátte, un taller de artes aplicadas que representa­ba la vanguardia del modernismo aus­tríaco (conocido como «Secesión vienesa»)- Muchos artistas se sumaron a este movimiento que propugnaba el regreso a la línea, a las estructuras sencillas y a una decoración geométrica. Los talleres trabajaban decorando interiores, y esto incluía los objetos de vidrio, que se encargaban a las empresas de la época: Loetz Witwe Lobmeyr, Bakalowits, etc Después de la Primera Guerra Mundial, Hoffmann y sus colaboradores prefirieron hacer sus encargos a las grandes firmas (Loetz Witwe Oertel, Meyer's Neffe y Lud wig Moser). proporcionándo les sólo las formas que ellos ideaban y adornando luego ellos mismos en sus propios talleres los objetos ya crea dos. Los adornos se efectuaban utilizando la técnica de la incisión (que se encargaba sobre todo a Ena Rottenberg] o con esmalte. Los motivos ornamentales y las estructu­ras se atenían a un esquema­tismo geométrico en el que la simetría ocupaba un lugar de honor.



A la izquierda, jarrón de vidrio incoloro encamisado en verde producido por Loetz Witwe
en 1912 según un diseño de J. Hoffmann. Derecha, también según un diseño de Hoffmann.

La manufactura Lobmeyr

La firma austríaca Lobmeyr (fundada en 1822) desde siempre había producido básicamente vidrios de uso común, aun­que ya en los primeros años del siglo XX encargaba a Loetz Witwe piezas más refi­nadas (como la serie Melusine). Hacia el año 1910, siguiendo los diseños de los artistas de la Wiener Werkstátte, se adap­tó a las nuevas tendencias produciendo una serie de vidrios insólitos realizados con la técnica llamada Bronzitdekor, que consistía en una particular decoración de color de bronce sobre vidrio opalino. Los motivos más usados eran las líneas rec­tas y pequeños cuadrados formando un conjunto simétrico. Durante los años veinte tuvieron mucho éxito los jarrones de cristal tallado y decorado por Ena Rottenberg (pupila de M. Powolny) y por Marianne Roth. Josef Hoffmann también suministró a la manufactura austríaca diseños para servicios de mesa de vidrio transparente y de líneas muy puras.


Diseñado por Hoffmann para la Lobmeyr expresa a la perfección el espíritu innovador de la Wiener Werkstálte, movimiento en el que se pueden reconocer las primeras características propias del Art Déco.

El cáliz y el jarrón ovalado (fechado en el año 1911) pertenecen a la serie Bronzitdekor, un particular tipo de decoración broncínea, realizada con esmalte y formando motivos geométricos sobre el fondo claro de la base de vidrio opaco. Las dos piezas fueron ideadas por L. H. Jungnickely U. Iange, artistas de la Wiener Werkstatte.

1 comentario:

Claudia Acosta dijo...
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